El retorno a la actividad supone, en muchos casos, volver a usar el coche después de muchas semanas de encierro.
El coche de la mayoría de españoles ha vivido también su particular confinamiento. La obligación de permanecer en casa durante muchas semanas ha comportado que nuestro vehículo permaneciera inmóvil en su lugar de aparcamiento durante este periodo. Ahora que llega lentamente el final del confinamiento llega también el momento de volver a utilizar el coche. Antes de hacerlo, resulta útil seguir unos consejos para cerciorarse del correcto funcionamiento del auto.
El Centro de Estudios Ponle Freno-Axa de Seguridad Vial ha realizado un decálogo de cosas que hay que tener en cuenta antes de volver a usar el coche de nuevo tras el parón a causa de la pandemia. Revisar la batería, el motor o los neumáticos son algunos de los chequeos que debemos realizar antes de irnos con el coche.
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Antes de arrancar el automóvil debemos abrir el capó y observar que no haya fugas de líquidos como refrigerante, aceite o combustible. Si los niveles son bajos, debemos rellenar los compartimentos.
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La batería corre el peligro de haberse descargado a causa de la inactividad. Antes de activar el contacto para arrancar el coche, tenemos que apagar todos los servicios (luces, ventilador, equipos de sonido, luces interiores, etc) y accionar la puesta en marcha con el embrague pisado a fondo para que el motor de arranque no tenga que arrastrar los engranajes del cambio (si el vehículo tiene cambio manual).
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Con el motor ya en marcha, es aconsejable bajarse del coche y volver a revisar el cofre de motor para buscar posibles fugas de líquidos tras la activación. En automóviles antiguos y con motores de gasolina, los conductos de combustible de goma se suelen agrietar y es posible que aparezcan fugas que podrían causar un incendio.
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Antes de iniciar la marcha, es bueno dejar que el motor y el cambio tomen algo de temperatura, y que el aceite circule por todo el circuito. Para ello mantenemos el coche al ralentí un par de minutos y en punto muerto para que también el aceite del cambio circule.
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Durante esos dos minutos es beneficioso accionar el pedal de freno y el del embrague para que ambos sistemas hidráulicos se activen. Es posible que las juntas de goma se hayan resecado y podrían no ser lo suficientemente estancas. Igualmente, si la distancia al bordillo lo permite, debemos girar la dirección lentamente de tope a tope para que el líquido circule en el circuito hidráulico de la servodirección.
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Otro trámite importante es comprobar que las luces, incluidas las de freno, funcionan correctamente y que no se ha fundido ninguna bombilla.
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Hagamos limpieza de cristales y espejos para garantizar la visibilidad.
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Una vez en marcha, nos dirigimos a la gasolinera para repostar, para reponer la presión de los neumáticos y, si podemos, hacer un lavado.
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Hay que poner en marcha el aire acondicionado para que el gas circule por el circuito y se mantenga operativo.
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Por último, el primer recorrido tras un largo periodo de inactividad debería ser largo. Es aconsejable circular durante al menos 45 minutos.