Ser una pequeña empresa supone exponerse a una serie de riesgos inherentes a la actividad diaria. Aunque no sea obligatorio, es más que aconsejable contratar una serie de seguros que cubran los riesgos más importantes y aporten tranquilidad al negocio.

El primer seguro a contratar, por ser obligatorio, es el de Responsabilidad Civil que protege de posibles errores o daños civiles provocados por la empresa. Los seguros que debe contratar cada empresa varían en función del tipo de actividad que realice, del sector de negocio en el que esté o de la dimensión de la compañía, entre otras características. Es muy probable que la empresa necesite tener pólizas de seguros de auto, de seguros de accidentes y de seguros multirriesgo.
Asimismo, en caso de tener trabajadores, la empresa deberá respetar el convenio sectorial y estará obligada a tener un seguro que cubra los accidentes laborales. Es también muy conveniente tener un seguro multirriesgo que cubra los riesgos de las instalaciones y dé cobertura a posibles siniestros causados por robo incendio, por ejemplo.
Aunque no sean obligatorios por ley, algunos seguros lo son por sentido común. Uno de estos es el seguro de accidentes colectivos, que protege a todo el personal de la empresa. Otro es el de salud. Y, por supuesto, es recomendable contar con un seguro de vida que garantice una cierta cantidad de dinero a los beneficiarios del empresario.