RIESGOS EMERGENTES
El peligro del calor extremo
Las altas temperaturas causan más muertes que los desastres naturales

El calor extremo se ha convertido en uno de los grandes riesgos emergentes de la actualidad y ya es una amenaza mayor para la vida humana que las inundaciones, los terremotos y los huracanes juntos. Esta es una de las principales conclusiones de un reciente estudio internacional realizado por la compañía de reaseguros Swiss Re. En este informe anual, que analiza los nuevos riesgos que afectan a las aseguradoras y a los sistemas globales, el calor extremo alcanza la calificación de problema fundamental por su incidencia en la salud y en paralelo, por su impacto negativo en diversos sectores industriales y en infraestructuras varias. Además, combinada con fuertes vientos la ola de calor representa un nivel altísimo de peligro de incendios.
El estudio cifra en casi medio millón las muertes originadas anualmente por el calor extremo, una cantidad más elevada que la mortalidad total causada por los desastres naturales. El informe señala que los episodios de calor extremo están ocurriendo con mayor frecuencia y duración. Por ejemplo, en julio de 2024 se registraron los tres días más calurosos de la historia. En Estados Unidos, las olas de calor se han triplicado desde la década de 1960, y cada ola dura ahora un día más y es casi un grado centígrado más alta. El estrés por calor puede provocar agotamiento, insolación y fallos orgánicos y afecta especialmente a personas mayores y mujeres embarazadas.
Para el sector asegurador representa una fuente my importante de pérdidas por reclamaciones. En la última década, las pérdidas aseguradas relacionadas solo con los incendios forestales en todo el mundo han alcanzado casi los ochenta mil millones de dólares. El estudio también identifica puntos críticos de impacto en sectores industriales clave. Por ejemplo, el sector de las telecomunicaciones es vulnerable a las interrupciones, ya que el aumento de las temperaturas amenaza el funcionamiento de los centros de datos y las redes físicas, incluidos los cables terrestres.