Uno de los grandes aprendizajes de la medicina en los últimos años es que cuidar la salud empieza mucho antes de que aparezcan los síntomas. La prevención ya no es un añadido, sino una parte esencial del tratamiento, porque lo verdaderamente valioso es reducir la probabilidad de que la enfermedad llegue a manifestarse. Este cambio de mirada supone un avance decisivo en la forma de entender el cuidado sanitario.

La genómica está marcando un antes y un después. Con programas como Mi Salud Genómica hemos descubierto que una parte de la población tiene un riesgo elevado de desarrollar patologías graves y que existen variantes genéticas que condicionan la respuesta a determinados fármacos. Contar con esa información nos permite recomendar pautas de nutrición, ejercicio y hábitos de vida que reducen riesgos y contribuyen al bienestar diario de la mayoría.

Nuestra experiencia confirma que esperar a que aparezca un problema ya no es suficiente. Conocer el riesgo individual hace posible actuar antes, personalizar tratamientos y evitar complicaciones futuras. Esta es la esencia de la medicina preventiva: adelantarse para ganar tiempo, proteger la calidad de vida y acercar la ciencia a las decisiones cotidianas.

En este contexto, los seguros de salud se consolidan como aliados de confianza. Apostar por la prevención significa apostar por un futuro sanitario más humano, más eficaz y centrado en cada persona. Ese es el mensaje que queremos compartir en la Semana Mundial del Agente y Corredor de Seguros.

Joaquín Chamorro, Director Ejecutivo Regional en Sanitas