“El mayor reto ha sido adaptar nuestros servicios a las nuevas expectativas de los clientes”
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Entrevista a Juan Dueñas, director territorial de ARAG SE

ARAG es sinónimo de asesoramiento y protección jurídica. ¿Cómo imagina que será el asesoramiento legal dentro de diez años, en un entorno condicionado por la inteligencia artificial?
Imaginamos un entorno donde las herramientas basadas en IA facilitarán un acceso más rápido y personalizado a la información jurídica, permitiendo a los clientes resolver dudas sencillas de forma autónoma. Sin embargo, el papel del asesoramiento humano seguirá siendo fundamental para los casos complejos, donde la empatía, la interpretación y la experiencia profesional marcan la diferencia. La tecnología será un apoyo, pero nunca sustituirá el criterio y el acompañamiento del profesional.
El valor del consejo humano es esencial en la defensa jurídica. ¿Cómo pueden convivir la inmediatez de las herramientas digitales con la profundidad del criterio profesional?
La convivencia es posible y, de hecho, necesaria. Las herramientas digitales aportan agilidad e inmediatez en la gestión de consultas y trámites más sencillos, liberando tiempo para que los profesionales se centren en los aspectos más estratégicos y delicados de cada caso. De este modo, el cliente recibe una atención eficiente y, al mismo tiempo, se beneficia del conocimiento profundo y la visión global que solo puede aportar un experto.
La IA generativa promete automatizar procesos y análisis legales. ¿Hasta qué punto puede la tecnología mejorar el proceso judicial y dónde debemos poner los límites?
La tecnología puede mejorar notablemente la eficiencia del proceso judicial, agilizando la gestión documental, la búsqueda de jurisprudencia y la elaboración de informes. No obstante, debemos establecer límites claros para garantizar la protección de los derechos fundamentales y la confidencialidad de la información. La automatización debe estar siempre supervisada por profesionales cualificados, asegurando que las decisiones importantes sigan siendo humanas.
ARAG lleva años apostando por mejorar la experiencia del cliente. ¿Cuál ha sido el mayor reto en ese proceso? ¿Cómo ha ayudado la digitalización?
El mayor reto ha sido adaptar nuestros servicios a las nuevas expectativas de los clientes, que demandan inmediatez, transparencia y autonomía. La digitalización ha sido clave para ofrecer canales de comunicación más ágiles. No obstante, mantener la cercanía y la confianza ha requerido un esfuerzo constante por parte de todo el equipo.
Los clientes cada vez quieren más autonomía, pero también confianza en sus proveedores. ¿Cómo equilibrar autoservicio digital y acompañamiento humano?
El equilibrio radica en ofrecer opciones: plataformas digitales intuitivas para quienes prefieren la autonomía y, al mismo tiempo, acceso fácil y directo a nuestros expertos para quienes buscan un trato más personalizado. En ARAG apostamos por una atención híbrida, donde la tecnología es una aliada, pero nunca sustituye la relación de confianza entre el cliente y el profesional.
El cambio social y normativo es cada vez más rápido. ¿Los cambios en la legislación van a la velocidad adecuada?
La sociedad evoluciona a un ritmo vertiginoso y, en ocasiones, la legislación no logra adaptarse con la misma rapidez. Es fundamental que las instituciones públicas y los operadores jurídicos trabajemos juntos para anticipar necesidades y actualizar el marco normativo, garantizando así la seguridad jurídica y la protección de los derechos de los ciudadanos.
El factor humano sigue siendo el corazón de la mediación. ¿Cómo va ARAG a relacionarse con los mediadores en esta nueva era tecnológica?
En ARAG valoramos profundamente el papel de los mediadores y creemos que la tecnología puede ser una herramienta para potenciar su labor. Apostamos por la formación continua, la creación de espacios de colaboración y el desarrollo de plataformas que faciliten la comunicación y el intercambio de información, siempre respetando la esencia humana de la mediación.
El futuro del trabajo también cambia dentro de las aseguradoras. ¿Cómo se está adaptando ARAG para atraer y retener talento en un entorno muy exigente?
Estamos impulsando una cultura organizativa basada en la flexibilidad, el aprendizaje continuo y el reconocimiento del talento. Fomentamos el equilibrio entre vida personal y profesional, y la participación activa de los empleados. Nuestro objetivo es ser un referente en el sector, no solo por nuestros productos y servicios, sino también por el entorno de desarrollo profesional que ofrecemos.
En clave de futuro. ¿Qué tipo de innovación considera más necesaria en el seguro de defensa jurídica en los próximos años?
Considero que la innovación más necesaria es la que pone al cliente en el centro: soluciones personalizadas, procesos sencillos y una integración cada vez mayor de la tecnología en todos los niveles del servicio. La inteligencia artificial, el análisis de datos y la digitalización de los procesos administrativos serán clave para anticipar necesidades y ofrecer respuestas ágiles y eficaces, sin perder nunca de vista la importancia del trato humano.