Los expertos auguran un auge de la formación online, pero las sesiones presenciales seguirán siendo básicas en los programas académicos de calidad
La crisis causada por la pandemia de la Covid-19 ha originado un gran incremento de la demanda de formación online por parte de profesionales y directivos de todos los sectores, incluido el asegurador. Este crecimiento parece clave para que este tipo de formación se convierta ya en masiva, aunque todo parece indicar que el modelo que triunfará es un modelo mixto, en el que el protagonismo de las clases en formato digital convivirá con el formato presencial.
El confinamiento debido a la pandemia ha multiplicado los cursos online y, en palabras del doctor Xavier Varea, catedrático en la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona, “han demostrado que pueden ser muy validos a la hora de transferir conocimiento”.
Varea defiende un modelo mixto digital-presencial y asegura que “no obstante, en circunstancia normales, la formación online nunca podrá ser sustitutiva de la presencial. Todavía quedan aspectos que se dan en el aula presencial que no se han traspasado al aula virtual (contacto con los compañeros, contacto personal entre alumnos y profesores, relaciones públicas, …) y que es muy difícil que se traspase. El sentimiento de grupo, así como el de Alumni es mucho más difícil de crear”.
Hay algunas claves que explican el auge del formato digital y también sus posibilidades de pervivencia en un futuro a corto y largo plazo:
1. La formación online crecerá en paralelo al teletrabajo.
La crisis sanitaria por la Covid-19 y el correspondiente confinamiento han impulsado el teletrabajo hasta cotas inimaginables. Han pasado unos meses y ya nadie se imagina que podamos volver a la situación anterior con un predominio del trabajo en las oficinas. En paralelo al incremento de las videoconferencias ha ido creciendo también la formación a distancia y nadie duda que la tendencia continuará.
2. Mayor oferta
En los próximos meses las instituciones educativas tendrán que preparar un nuevo portafolio de cursos ante el aumento de la demanda. Este es un reto importante especialmente para las escuelas de negocio y de posgrados porque si no consiguen renovar y aumentar su oferta digital quedarán en una situación comprometida.
3. Abierta al público permanentemente
Muchos de los contenidos educativos están siempre a disposición del alumno y eso es una ventaja muy importante en un mundo como el actual. Únicamente aquellas clases interactivas exigen estar ante la pantalla en un momento concreto, aunque si el alumno no puede asistir en directo siempre puede recuperar la grabación cuando le vaya mejor.
4. No hay fronteras
El formato digital permite asistir a clases que se realizan desde cualquier lugar del mundo. Un alumno español puede elegir un curso en Nueva York, París o Tokio y completarlo sin abandonar su lugar de residencia en España.
5. Un abanico de ventajas
El listado de ventajas es largo, pero destacan algunos factores:
- Evita desplazamientos y ahorra tiempo.
- Permite conciliar la vida laboral con los estudios.
- Acceso más frecuente a los tutores.
- Mayor oferta de profesores, al no ser imprescindible dar la clase desde una población concreta.
- Facilita el intercambio de profesores de diversas universidades y centros de formación.
6. Ideal para la especialización
El actual contexto mundial augura la necesidad cada vez mayor de la especialización y eso obliga a los centros educativos a tener un mayor número de cursos, algo mucho más asequible para la formación a distancia.
7. Cursos más económicos
Otro argumento de peso es que la formación continuada tiene menos costes por alumno y puede ofrecer precios más atractivos.