EFECTOS DEL APAGÓN
Daños costosos
Los pagos por reclamaciones pueden superar los 300 millones de euros

El apagón que dejó a la mayor parte de España sin electricidad durante unas diez horas originará unas reclamaciones por valor de entre 100 y 300 millones de euros, según estimación de la agencia de calificación crediticia Morningstar DBRS. Los negocios a pie de calle orientados al consumidor final tuvieron que cerrar sus puertas debido a la falta de luz y a la imposibilidad de cobrar las ventas.
Para algunos tipos de negocio, como restaurantes o supermercados, la situación era mas compleja porque se enfrentaban a la posibilidad de perder los alimentos guardados en refrigeradores y congeladores. Además de las reclamaciones de las empresas, hay que sumar las de algunos consumidores que sufrieron otra clase de daños: por ejemplo, averías en electrodomésticos o caídas a causa de la oscuridad provocada por la falta de luz.
Morningstar DBRS señala que es difícil dar una estimación de las pérdidas aseguradas y de las correspondientes, pero sostiene una previsión de un máximo de 300 millones por pérdidas aseguradas. La agencia añade que respecto a las pérdidas económicas totales, la previsión es que se tendrá que multiplicar esta cifra de 300 millones por “varios múltiplos”.
Según el informe de Morningstar DBRS sobre el impacto del apagón, este siniestro va a provocar un aumento de las reclamaciones relacionadas con los seguros de hogar, comercio, viajes, y de interrupción de la actividad en los negocios. Sin embargo, matiza que la mayoría de las pólizas de seguro suelen empezar a cubrir los daños causados por interrupciones de la actividad comercial sólo después de 12, 24 o incluso 48 horas. Según esta tesis, la agencia cree que los pagos que deberán afrontar las aseguradoras se verán mitigados por el hecho de que el suministro eléctrico se restableció casi por completo en menos de 12 horas.
En el citado informe, queda claro que el gran volumen de reclamaciones podría cuestionar la capacidad operativa de las aseguradoras españolas y dificultar la gestión de las reclamaciones poniendo en duda la reputación de las compañías. La magnitud de este siniestro pone en evidencia, según la agencia, la necesidad de reforzar los sistemas de respuesta frente a riesgos sistémicos y la cobertura adecuada de estos riesgos en la industria aseguradora europea.