Definiendo el futuro humano vs. máquina

Un informe detalla cuatro escenarios posibles para 2035: desde una IA limitada hasta una realidad gobernada por lo digital

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MAPFRE acaba de publicar el estudio titulado ‘El futuro de la interacción: el papel de la interacción en un mundo configurado por agentes inteligentes” en el que analiza distintos escenarios que exploran cómo podría evolucionar la interacción en los próximos años. Desde un mundo donde la IA no logra cumplir sus promesas hasta una sociedad donde los agentes digitales se convierten en protagonistas de la vida cotidiana, cada escenario ofrece una visión de los posibles futuros. A partir de la investigación de contexto llevada a cabo se han compuesto cuatro escenarios plausibles para 2035. La combinación entre ellos configurará el futuro de la interacción, según explica la compañía. El documento también examina las implicaciones de estos cambios en el sector asegurador, que se enfrenta a una transformación radical impulsada por la digitalización. Además, busca proporcionar una visión estructurada y fundamentada sobre los futuros posibles de la interacción y su impacto en la vida cotidiana, las empresas y la economía.

La forma en que los humanos interactúan entre sí y con la tecnología está en plena transformación. La evolución de la inteligencia artificial (IA), la expansión de los agentes digitales y la integración de dispositivos inteligentes están redefiniendo la manera en que nos comunicamos, trabajamos y tomamos decisiones. La línea entre la interacción humana y la automatización se vuelve cada vez más difusa, con sistemas que no solo responden a nuestras necesidades, sino que las anticipan. El estudio de MAPFRE “pretende definir el terreno de juego en el que se materializará la realidad en torno al futuro de la interacción, tanto en la esfera personal como en la corporativa. No buscamos predecir el futuro, pero sí hacer una reflexión plausible sobre cómo va a derivar la evolución de la interacción entre humanos y máquinas”, según comenta Bárbara Fernández, directora adjunta de innovación corporativa en MAPFRE.

Cuatro escenarios de evolución 

El informe dibuja cuatro escenarios posibles:

Escenario 1
‘Donde el muro nos detuvo’. En este escenario, la evolución tecnológica no ha alcanzado las expectativas y se caracteriza por una digitalización limitada. La IA tiene un papel reducido, siendo eficaz únicamente en tareas repetitivas y simples. Los teléfonos móviles siguen dominando como la principal plataforma de interacción.

Escenario 2
‘El arte de maximizar’. Aquí se describe un mundo donde los asistentes de IA son omnipresentes, optimizando tareas cotidianas sencillas y repetitivas. La adopción de dispositivos avanzados como gafas de realidad aumentada y wearables ha aumentado significativamente.

Escenario 3
‘La era del lujo digital’. En este escenario, la tecnología ha avanzado significativamente, pero su acceso está restringido a quienes pueden pagar por ella, creando una gran brecha digital. La IA ha alcanzado niveles notables de autonomía y capacidad, pero solo en entornos exclusivos donde los costes no son un impedimento. Para el sector asegurador, este escenario implica una segmentación extrema.

Escenario 4
‘Hacia la Uxtopía’. Describe un mundo donde la interacción con agentes inteligentes es ubicua y transforma por completo la vida cotidiana. La tecnología ha alcanzado niveles de integración y autonomía que permiten experiencias fluidas y personalizadas en todos los aspectos de la vida. Los dispositivos avanzados son accesibles y están diseñados para proporcionar interacciones intuitivas y sin fricciones, mientras que la regulación favorece el desarrollo y uso de la IA. En el sector asegurador, este escenario representa una revolución, reflejando el máximo potencial de la tecnología, con una transformación radical en la forma de operar y gestionar los riesgos.

De este análisis se concluye que el sector asegurador se enfrenta a un contexto con determinados elementos que irán intensificándose con el paso del tiempo:

  • Clientes más exigentes que nunca con la interacción.
  • Aumento de la automatización en todo lo que sea transaccional.
  • Interacciones humanas en los momentos clave.
  • Redefinición de los espacios físicos y digitales. Interacción con agentes inteligentes.
  • Reconfiguración de la cadena de valor.
  • Hiperconocimiento del cliente.
  • Mayor conciencia por la seguridad.

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