Los expertos en marketing buscan herramientas y recursos para ofrecer seguridad a los usuarios mientras navegan por la red.
Entorno digital, sí pero seguro. Los usuarios lo tienen claro y saben también quiénes son los responsables de asegurar el brand safety. Una encuesta elaborada por Sizmek, y en la que participan 522 profesionales de la industria procedentes de Estados Unidos y Europa, concluye que el 38% asegura que son las marcas las principales responsables de velar por la seguridad en este ámbito. Al navegar por Internet, se acepta que habrá publicidad por el camino pero cada vez hay más controles para conseguir que ésta no sea intrusiva no especialmente molesta. En eso consiste el brand safe, en proporcionar calidad en los espacios publicitarios. El objetivo es mantener la imagen del anunciante y la marca segura y protegida. Las ventajas son, por un lado, la reputación óptima de ésta y, por otra, el buen rendimiento de los medios. Pero para hacerlo posible, es necesario que todos los actores del entrono digital se impliquen y se responsabilicen.
Algunos de los métodos para llevar a cabo esta protección son la creación de filtros a las páginas web con contenidos de violencia, por ejemplo. También se pueden generar perímetros seguros y controlados a través de las llamadas “listas blancas”, en las que se recopilan URL o entornos válidos y seguros. Por el contrario, las listas negras hacen mención a aquellas URL o entornos que no son válidos o seguros.
El error de muchas marcas es adentrarse en el universo digital sin un planteamiento estratégico previo. Por eso, los usuarios consideran que es esencial que estudien en detalle dónde van a situar la publicidad porque, si algo quieren, es una navegación seguro y cómoda.
Pero la seguridad va más allá de la publicidad y también se persigue a través de otros recursos de los marketers. Recientemente, las notificaciones push se han convertido en un camino que acorta distancias para mantener la comunicación con el usuario. Estas notificaciones no son lo mismo que las notificaciones web clásicas “de la vieja escuela”. Aunque la confusión es genuina, ya que ambas funcionan relativamente de la misma manera. Sin embargo, la diferencia es que, a diferencia de la inserción web, la notificación web sólo funcionará cuando la página correspondiente esté abierta en el navegador. Por lo tanto, si la página web afectada está cerrada, aún puede activar la inserción web, pero no la notificación web.
Uno de los aspectos más interesantes de estas notificaciones es que solo funcionan con sitios web seguros de SLL (https). Por lo tanto, con las notificaciones Web Push no existe el riesgo de terminar en la carpeta de spam. Tampoco puede ser bloqueado por bloqueadores de anuncios. En su web, también es recomendable no enviar mensajes web a los usuarios que ya tengan activada la notificación de inserción de aplicaciones, y dar la bienvenida a través de un mensaje, tan pronto como el usuario acepte la solicitud de notificación.
Aunque cada vez tienen más presencia y no obstaculizan la seguridad en el entorno digital, por ahora, son un complemento fantástico a las estrategias de email marketing y las notificaciones “in app”.
Pau Llambí
Asesor de Tecnología del Col·legi de Mediadors d’assegruances de Barcelona
Mediario 208