No saber con exactitud cuál o cuáles han sido las causas concretas del apagón que dejó sin electricidad a casi toda España el pasado lunes 28 de abril es un hecho que amenaza con eternizar el proceso de reclamación y la posterior indemnización si la hubiere. Las diez horas de corte del suministro eléctrico causó inconvenientes de todo tipo y, en algunos casos, pérdidas económicas evidentes.

¿Quién debe pagar por ello? Lo primero y esencial es determinar a quién corresponde cargar con la culpa del apagón. Hasta que no sepamos al cien por cien qué sucedió para que, de repente, el país se viniera abajo y, con ello, el ritmo diario de actividad, no podremos empezar a descifrar la ecuación para señalar hacia dónde debe ir el consumidor para recuperar lo perdido. Las eléctricas están bajo la mirada, pero no se sabe con exactitud cuál ha sido su responsabilidad en el origen del suceso.

Todo ello va a ampliar la duración del proceso que, según algunos expertos, puede prolongarse hasta diez años. Los grupos que más han sido afectados fueron el comercio de proximidad, los supermercados y la gran industria. El impacto final para la industria aseguradora no se sabrá hasta que se descubra dónde está el origen del siniestro y, por tanto, se pueda identificar sin lugar a duda quién es el responsable.

Hasta el momento solo se vislumbran hipótesis de lo sucedido, pero ninguna de ellas confirmada al 100%. Desde el incidente se han barajado diversas teorías, pero no se conoce la causa, algo que es necesario para establecer la responsabilidad civil. Al margen de establecer la causa, es importante comprobar en cada caso cómo están redactadas las cláusulas del contrato y  qué cobertura específica contemplan. En cualquier caso, los afectados deben hablar con su mediador y guardar las pruebas que acrediten el daño producido.