Uno de los momentos importantes de la asamblea anual fue la entrega de diplomas a los colegiados que cumplen 25 años de colegiación. Al recibir el reconocimiento, los mediadores tuvieron su turno de palabra para expresar lo que piensan y sienten acerca de su profesión. 

Begoña Aguirrezábal fue la primera en recibir el diploma y explicó que “llevo 25 años como colegiada y 30 en el sector y actualmente sigo sintiendo que esta profesión es apasionante, pero muy sacrificada”. Álvaro de Falguera coincidió con su colega de profesión y afirmó que “tenemos una profesión muy dura, pero desde luego no nos aburrimos”. Milagros Ferrer abundó en esa idea. “Estamos en un sector apasionante, pero muy intenso. Nunca tienes un momento libre”.

Por su parte, Anna Fortuny se mostró positiva al analizar su profesión. “Es un trabajo que te da muchas satisfacciones. soy segunda generación, pero mis hijos no se muestran interesados en  seguir”. Marta Elena Hernández reiteró que la mediación es una profesión que exige máxima dedicación. Para César Augusto Mercader, “se trata de una profesión muy atractiva, pero tiene una alta exigencia”.

Jaume Serarols puso la nota más optimista. “Disfrutamos de un trabajo espectacular y tenemos la oportunidad de estar cerca del cliente y de recuperar el tú a tú, algo que no es muy común hoy en día. Por último, recibió el diploma Xavier Tarinas, que se mostró alineado con las afirmaciones de sus compañeros”. Jordi Carbó, Julio Mora, Bernat Pons, Maurici Rocha, César Santamaria, Xavier Solà y Anna Tarradellas también fueron galardonados.