La frustración aparece cuando los resultados a los que aspiramos, independientemente del esfuerzo -aunque puede ser mayor cuando este ha sido intenso y continuado- no son los deseados. Es una sensación de impotencia o fracaso que viene acompañada de un malestar que en las organizaciones o en las empresas también está presente. Con frecuencia se experimentan emociones de rabia, ira o sensación de verse superados o vencidos.

Los especialistas en psicología de las organizaciones explican que la frustración es una respuesta primaria o instintiva. Es una reacción natural que aflora cuando se interpone algún obstáculo en nuestro camino o no podemos alcanzar el objetivo a conseguir. No es nada extraño y que no vivamos todas las personas en algún momento del día, de la semana y, por supuesto, de la vida. Todos nos sentimos frustrados de vez en cuando, pero se trata de un estado reversible.

No es un problema vivir estas sensaciones y emociones. Lo que no debe ocurrir es que alimentemos nuestra frustración o pasar de una a otra porque cuando se acumula puede estallar de la peor manera en cualquier momento. Para evitarlo es fundamental aprender a desarrollar una buena tolerancia a la frustración.

Superamos la frustración con la aceptación

Las preguntas que conviene hacerse cuando nos encontramos ante una situación o un hecho que nos frustra son las siguientes:

1.-¿Qué puede pasar si no lo logro?

2.- ¿Puedo vivir sin conseguir esto?

3.- ¿Tengo otras vías a disposición para llegar al objetivo?

4.- ¿Cómo me afecta emocionalmente no conseguir esto?

A través de estas respuestas establecemos un diálogo que nos permite experimentar emociones de calma que nos ayuden a aceptar la aparente derrota transformándola en una aceptación y, con ello, en una nueva vía de afrontamiento. Crear espacios de reconstrucción positivos nos permiten reenergizarnos y encarar los retos de forma más dinámica y con más motivación.

Quizás las cosas a veces no salgan como planeamos pero seguro que podemos encontrar ventajas en todo lo experimentado que nos enriquezcan y nos permitan continuar con ilusión.