Ir al dentista no es lo que se dice un ‘planazo’, precisamente. El miedo a vivir una experiencia dolorosa es algo que frena a cualquiera. Pero lo cierto es que somos injustos al pensar así, ya que hace ya mucho tiempo que la consulta del dentista dejó de ser un lugar de tortura. En cambio, tener una buena salud dental es esencial para nuestro bienestar. Así que la visitar al dentista con regularidad es una magnífica decisión.

Sin embargo, hay otro momento que sigue siendo doloroso cuando visitamos al dentista y es el de la factura. Algo que, en ocasiones, hace que se retrasen visitas de prevención que son básicas para cuidar de nuestra dentadura.

El seguro dental es una buena alternativa para conseguir unas mejores condiciones económicas. En el mercado asegurador encontramos varias compañías que ofrecen seguros dentales. Las coberturas, como los precios, son muy diversas. En ocasiones, podemos elegir a qué dentista queremos ir y, en otros casos, debemos acudir a la red de clínicas de la propia aseguradora

En algunos seguros dentales hay servicios sin coste adicional, otros están sujetos a copago y algunos que incluyen una franquicia, algo que es habitual, por ejemplo, con la ortodoncia para los niños. En este sentido, algunos seguros dentales ofrecen programas para toda la familia.

Al margen del ahorro económico, el seguro dental ofrece también otras ventajas. Entre ellas, la garantía de los materiales utilizados durante un período mínimo de un año. La mayoría de las compañías disponen de un teléfono de asistencia en el que responderán a tus dudas sobre salud bucodental. Otras pólizas ofrecen indemnización en caso de hospitalización por más de 24 horas.

Los precios del seguro dental son tan diversos como la amplia variedad de coberturas que ofrecen. Podemos encontrar pólizas desde poco más de 10 euros al mes hasta otras por encima de los 50.

Consulta a tu mediador de confianza. Te asesorará sobre las distintas alternativas y te ayudará a encontrar la que mejor se ajusta a tus necesidades.