La salud física y mental de los trabajadores se puede ver muy afectada como consecuencia de un entorno de trabajo tóxico
En una organización coinciden todo tipo de perfiles y no siempre son precisamente compatibles. A veces son los superiores directos los que pueden provocar situaciones de malestar laboral que puedan derivar en trastornos de salud y en otras ocasiones son los compañeros de trabajo.
Si existe una comunicación adecuada y respetuosa se puede tratar de gestionar una serie de observaciones cuyo efecto tendría que ser rebajar la tensión entre las personas afectadas. Sin embargo, no siempre es fácil confrontar la situación.
Teniendo en cuenta esta dificultad, Tessa West, profesora de psicología en la Universidad de Nueva York y autora de ‘Jerks at Work’ da tres recomendaciones básicas para tratar de lidiar con figuras tóxicas en el trabajo.
1.- Pedir establecer objetivos a corto plazo. Por ejemplo, con metas de objetivos semanales se evita la abrumadora sensación del largo plazo. Tener una sensación de control sobre la dinámica laboral puede evitar mantener una actitud de control diario. Con reuniones semanales y cortas se puede mostrar la evolución y contribuir a reducir la ansiedad de un supervisor que quizás tenga carencias a nivel gerencial –bien por falta de formación o por falta de condiciones personales-.
2.- Lograr la complementariedad. Puede haber casos de superiores o compañeros que deleguen en exceso, o incluso parezcan negligentes en su tarea. En este caso es importante saber que esa parte hay que completarla logrando aportaciones de otros compañeros de trabajo e, incluso, expertos.
3.- Registrar las ocasiones y motivos cuando hay abuso psicológico. En los casos en que se produzcan situaciones que se puedan definir como abuso psicológico es clave llevar un registro escrito de las reuniones e interacciones o falta de ellas siendo necesarias para el desempeño con ese jefe o compañero que nos está causando malestar. Si la situación se alarga en el tiempo, hasta seis meses, se debe notificar a los responsables de seguridad y salud laboral de la empresa y a la dirección de personal. Deben abrir una investigación para escuchar a ambas partes con imparcialidad, estudiar las pruebas y documentación aportada y emitir un informe que estudiará un especialista externo.
